Muchas aprovechamos los cambios de temporada no solo para hacer cambio de armario, también para organizarlo y deshacernos de prendas que ya no utilizamos.
Hablaremos a cerca del método de Marie Kondo, una gurú japonesa que se dedica profesionalmente a la práctica del decluttering y a organizar hogares.
Los espacios japoneses nos transmiten paz y calma con su minimalismo y equilibrio entre lleno y vacío. En Japón la cultura de la limpieza y el orden se enseña en las escuelas, haciendo que los niños sean responsables de sus espacios manteniéndolos lo más ordenados y limpios posible. De acuerdo con la mentalidad japonesa, influenciada por los principios Zen, disponer de un espacio ordenado simboliza pureza y respeto por la comunidad.
Ya habréis oído hablar de Marie Kondo y su Magia del orden.
El método KonMari es una manera sencilla, inteligente y efectiva de deshacerte del desorden para siempre. Mediante esta técnica conseguiremos que el cambio de armario sea una tarea menos caótica y nos desharemos de aquellas prendas que ya no usamos. De esta manera obtendremos tener la ropa de forma más visible y ordenada.
¿Por dónde empiezo?
El primer paso consiste en sacar toda la ropa que tengas en el armario y amontonarla en el suelo por tipología de prenda. Una de las premisas de este método, es ordenar por categorías y no por ubicación. De esta manera serás consciente de todo aquello que tienes. Para una mayor eficiencia Marie Kondo recomienda dividirla en las siguientes subcategorías:
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- Camisas, blusas, camisetas, etc.
- Pantalones y faldas
- Ropa para colgar (chaquetas, abrigos, etc.)
- Ropa interior
- Calcetines
- Bolsos de mano
- Accesorios
- Ropa para actividades específicas (trajes de baño, uniformes, etc)
- Zapatos.
Selecciona con mimo
El siguiente paso es conservar solo aquellas prendas que nos hagan felices. El objetivo no es tirar, si no conservar. Este criterio no solo es el más sencillo, sino también el más preciso para juzgar. Tal vez cuestiones su efectividad, pero el secreto esta en sostener en la mano cada prenda. Cuando tocas una prenda de vestir, tu cuerpo reacciona. Guarda aquellas prendas que hablan a tu corazón. Muchas veces compramos ropa sin conciencia, por impulso, y luego quizás usamos esa prenda un par de veces. Para evitar la acumulación de ropa desde el principio, Kondo recomienda comprar menos y de manera más consciente. Al hacer este proceso será más fácil comprar del mismo modo; por enamoramiento y no por impulsividad.
Marie Kondo aconseja no conservar ropa que ya no usamos para andar por casa. El tiempo que pasamos en casa es una parte preciosa de la vida. Su valor no debe cambiar porque nadie nos ve. Justo por que nadie está ahí para verte, tiene mucho más sentido reforzar una autoimagen usando ropa que si te gusta (tu si la ves).
El tercer paso será doblar la ropa que hemos decidido conservar.
Dobla cuidadosamente tus prendas para solucionar los problemas de almacenaje. Además de ahorrar espacio en tu armario, doblando cada una de tus prendas derramas energía en ellas. Al doblar la ropa adecuadamente, la cuidamos y borramos sus arrugas, haciendo que su material se vuelva más fuerte y vibrante. Las prendas bien dobladas tienen una resistencia y un brillo que puede observarse de inmediato y distinguirse claramente. Doblar se trata de un acto de cariño, una expresión de amor y aprecio por la manera en que esa ropa contribuye con tu estilo de vida.
A continuación deberás guardar las prendas en el armario. La meta debe ser organizar el contendido para que puedas ver de un vistazo donde está cada prenda tal y como ves el lomo de los libros en una estantería. La clave es guardar las prendas en vertical en los cajones. Debemos doblarla haciendo más pliegues. Aunque creas que contra más pliegues, más arrugas, no es así. Lo que causa las arrugas no son el número de pliegues, si no el grado de presión que se aplica. El propósito es doblar cada prenda en un rectángulo simple y regular.
Toadas aquellas prendas que no puedan doblarse, deberás guardarlas colgadas. La regla de Marie Kondo es: cuelga aquellas prendas que parezcan más felices en una percha, como las que están hechas con materiales suaves que se agitan con la brisa, esos que protestarían si las doblaras. Cuelga las prendas más pesadas en el lado izquierdo y las más ligeras en el derecho. Trata de crear un equilibrio que haga parecer que la ropa se eleva hacia la derecha y organízala dentro en cada categoría de pesada a ligera.
El toque final
Cuando ya tengas todas las prendas bien colocadas y organizadas, aprovecha para perfumar tu armario. Aunque no lo parezca, añadir una fragancia en tus armarios cambiará completamente tu día a día: La sensación de ponerse una prenda que huele increíblemente bien, cuyo aroma invita a ponértela y te recuerda al hogar… Esta sensación te acompañará durante toda tu jornada y canviará tu estado de ánimo. Los olores nos transportan y nos aportan sensaciones.
Desde CAMILA CTG os proponemos un diseño de saquitos de olor hechos con las bolsitas de tul que acompañan todas nuestras prendas. Se trata de una tarea muy sencilla, además de relajante. Necesitarás:
- Pieles de cítricos
- Arroz
- Clavos de olor.
La piel de la naranja o del limón contienen olores potentes y duraderos, además de aceites esenciales que repelen las polillas. Introduce en la bolsita de tul trocitos pequeños de la piel de fruta y los clavos de olor. Seguidamente, añade un puñado de arroz, ese se encargara de absorber la humedad y de eliminar los malos olores. Por último cierra con una cinta la parte superior de la bolsa de tul e introdúcela en tu armario o cajonera. Otra opción que os proponemos es sustituir las pieles de cítricos por flores secas como lavanda, tomillo, romero, etc. Estas plantas aportarán un olor suave y fresco a tus prendas.
Esperamos que os haya gustado el post y que pongáis en práctica todos los tips. ¡Nos encantará ver como lucen vuestros armarios después de ordenarlos y perfumarlos!